Estos tubérculos, de los que hay bastantes variedades locales, se cultivan en todos los climas. Se plantan pequeñas patatas o trozos que ya han empezado a germinar. Para que crezcan grandes y sin deformaciones necesitan tierra mullida y un buen abonado orgánico. La cosecha de la patata, llenando cajas para abastecernos los siguientes meses, es una de las más satisfactorias que existe.