Son una de las plantas para ensalada que mejor resisten el frío, aguantando hasta 3 o 4 grados bajo cero. Para blanquear las hojas de su centro se pueden atar un par de semanas antes de la cosecha, pero si te gusta su sabor rústico y algo amargo, que combina bien con vinagres balsámicos o salsa romesco, puedes ir cortando las hojas exteriores más grandes y mantener la planta durante todo el invierno.