De Barbara Kingsolver habíamos leído relatos potentes como La biblia envenenada o Verano pródigo. Lo que cuenta en Animal, vegetal, milagro está entre el reportaje periodístico, el diario familar, el libro de cocina, el informe ecologista y hasta el manual de veterinaria (¡qué difícil es aparear pavos hoy en día!). Un libro singular y divertido en el que cuenta como, al percatarse que su frigorífico contenía esencialmente petróleo (consumido por maquinaria agrícola, abonos, pesticidas, transportes, envases, refrigeración industrial) en vez de buenos alimentos, ella,  su marido y sus hijas deciden probar a vivir durante un año únicamente de la comida que ellos mismos cultivarán o comprarán a los granjeros de los alrededores, siempre a menos de una hora en coche desde su casa, en las montañas Apalaches. Lo consiguen y, como ya te haces de la familia, te quedas con ganas de saber sobre los calabacines del año siguiente.

Su elegante y entretenida narración te mete en el huerto, en la cocina y en el vecindario.  A pesar de algún ramalazo tipicamente norteamericano,  ha animado a más de uno a ponerse a cultivar y a dejar de comprar plástico en el supermercado.

En: FNAC / Casa del Libro /