Los países occidentales más ricos, no hace tanto que sufrieron periodos de escasez de frutas y verduras. Durante la Segunda Guerra Mundial, 20 millones de americanos plantaron un huerto en casa y producían el 40% del total de verduras consumidas en todo el país. Se llamaron “Victory Gardens” o Huertos de la Victoria, huertos destinados a asegurar un suministro adecuado de alimentos para la población civil y las tropas. Las agencias gubernamentales, fundaciones privadas, empresas, escuelas y empresas de semillas trabajaron juntos para proporcionar la tierra, la instrucción y las semillas para que individualmente o en comunidad se pudieran cultivar los alimentos necesarios, mientras buena parte de los jóvenes estaban en la guerra.

Desde California a Florida, los estadounidenses cavaron sus jardines de césped, fincas baldías, parques, campos de béisbol y patios de escuelas. Los niños, las mujeres y los mayores plantaron, abonaron, desherbaron y cosecharon para conseguir gran cantidad de verduras. Con carteles que hoy son objeto de colección, artículos publicados regularmente en periódicos y revistas, se corrió la voz y la información necesaria para poder cultivar millones de huertos. Hasta el Pato Donald, Battman o Superman plantaron un Victory Garden. El objetivo era producir suficientes verduras frescas durante todo el verano para la familia inmediata y sus vecinos. Con cualquier exceso de producción se hacían conservas para el invierno y principios de la primavera, lo suficiente para mantenerse hasta que las verduras del siguiente Huerto de la Victoria estaban listas para recoger.