Con más de una o dos plantas ya no sabrás qué hacer con ellos en verano. Estudiarás todas las salsas, sopas frías y ensaladas, porque son inusitadamente productivos. Se siembran en abril o mayo, les gusta el calor, y los podrás cosechar durante todo el verano y el otoño, mientras no hiele. En las terrazas, puedes hacer que trepen por las barandillas o que cuelguen y repten entre las mesas de cultivo. Es una planta que se cuelga con facilidad de sus vecinas.